Mito #1: Todas las gafas de sol tienen protección UVA y UVB
A pesar de los riesgos para la salud de la exposición a los rayos UV, no todas las gafas de sol tienen protección UV. Dado que la protección UV es crucial para proteger los ojos de la radiación dañina, es imperativo buscar una etiqueta, adhesivo o rótulo que indique protección UV antes de comprar un par de gafas de sol.
Mito #2: Las gafas de sol con protección UV son caras
No es necesario pagar una prima para obtener la protección UV adecuada. Siempre se debe proporcionar protección UV, independientemente del precio o la ubicación de venta. Donde el precio puede influir es en las monturas de las gafas de sol, la calidad de las lentes y/o el material específico de las lentes.
Mito #3: Cuanto más oscura sea la lente, mejor será la protección
La protección UV no tiene nada que ver con la oscuridad o el color de una lente. Los lentes oscuros sin una protección UV adecuada pueden ser peores que no tener gafas de sol porque hacen que la pupila del ojo se dilate, lo que luego aumenta la exposición de la retina a los rayos UV sin filtrar.
Mito #4: Los niños no necesitan gafas de sol tanto como los adultos
Los niños reciben tres veces más exposición anual al sol que los adultos, lo que aumenta su susceptibilidad al daño ocular causado por los rayos UV. Y, a diferencia del cristalino ocular maduro de un ojo adulto, el cristalino inmaduro de un niño no puede filtrar los rayos UV con tanta facilidad. La necesidad de protección UV para los niños se ve agravada por el hecho de que es más fácil encontrar gafas de sol para jóvenes que no proporcionen una protección UV adecuada. Es por eso que los padres siempre deben hacer comprobar la protección UV de las gafas de sol de sus hijos.
Mito #5: No necesitas gafas de sol en días nublados
Los rayos ultravioleta son tan peligrosos en los días nublados como en los días despejados. Al igual que la piel, los ojos pueden acumular radiación ultravioleta dañina en los días nublados, así que asegúrese de usar protección adecuada para los ojos y la piel mientras esté afuera.
Mito #6 Las gafas de sol son sólo una cuestión de estilo, no de salud
La exposición prolongada a la luz ultravioleta puede causar daños graves a largo plazo al ojo humano. Los efectos negativos pueden tardar años o incluso décadas en manifestarse y pueden tener un gran impacto en la salud de la visión en el futuro. Un buen par de gafas de sol puede ayudar a minimizar el riesgo de enfermedades oculares como cataratas y degeneración macular, que pueden provocar una pérdida permanente de la visión.
Mito #7: Las gafas de sol no son apropiadas para personas con anteojos recetados
Cualquier persona que esté expuesta a los rayos UV debe protegerse con gafas de sol. Las personas que usan gafas graduadas con regularidad deben usar gafas de sol Rx cuando estén al aire libre. E incluso aquellos con lentes de contacto deben usar gafas de sol para proteger las partes expuestas del ojo. Un optometrista puede equiparle con el par perfecto de gafas de sol graduadas.
Mito #8: El sol es más débil en invierno, lo que significa que los ojos están más seguros y menos propensos a estar expuestos a los dañinos rayos ultravioleta.
Al igual que los días nublados, los días fríos también conllevan riesgo de rayos UV. El sol está presente todo el año, lo que significa que los rayos ultravioleta son constantes independientemente del clima. Los rayos ultravioleta no se pueden ver, pero sus efectos a largo plazo son extremadamente dañinos para los ojos.
Mito #9: El ojo no es más vulnerable a los rayos UV solares que otras partes del cuerpo.
Más que cualquier otro órgano excepto la piel, el ojo puede sufrir daños importantes a causa del sol.
- El Consejo de la Visión